Que te gusta más aprender o enseñar?

martes, 10 de mayo de 2011

LA AVENTURA DE APRENDER Y EDUCAR


 Aprender y educar,  conceptos que se encuentran en muchos puntos y se alejan en otros. Si revisamos la Real Academia Española podemos encontrar varias pistas sobre estas similitudes y diferencias.

 Aprender es  adquirir el conocimiento de algo por medio del estudio o de la experiencia, también podríamos definirlo como tomar algo en la memoria. Por otra parte si revisamos la definición de  enseñar el diccionario nos dice que es dirigir, encaminar, doctrinar así como desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos.
 
Podemos ver que al analizar algo tan básico como la definición de diccionario de ambos términos encontramos un aspecto en común: la importancia de la experiencia. Ya que para aprender debemos experimentar y para educar debemos expresar de la mejor forma la experiencia que hemos tenido para guiar a quienes deseamos instruir. Pero podríamos encontrar diferencias como el hecho de que quien aprende es quien recibe y quien enseña es quien da, pero aunque pareciera que existe más responsabilidad en una u otra posición eso no es así, ya que al igual que en cualquier proceso de comunicación humana, lo que existe es una relación donde ambas partes son fundamentales.

 
 Pero después de analizar lo más básico y frío, me refiero a la definición de ambos términos, me gustaría pensar ahora con el otro hemisferio, el más emocional y  abstracto. Para mi aprender es entrar en un camino lleno de emociones nuevas, es la llave a nuevos mundos y nuevas formas de ver las cosas. Es una agradable sensación que mezcla la curiosidad de  ¿qué es lo que vendrá? con la seguridad de lo que yo puedo dar y crear. Y educar ? Educar es volver a aprender, es renovar lo que ya aprendiste pero con el reto de expresarlo y sobre todo comunicarlo de la mejor manera, afrontando el hecho de crear un mismo mensaje que  será interpretado por personas diferentes, con vivencias distintas y diversas formas de percibir el mundo.

 Hay quienes prefieren aprender y nunca educar, pero definitivamente si elegiste educar es porque te gusta aprender, no una vez sino  una y otra vez, tantas veces como cursos impartas y estudiantes conozcas.  Es por esto que para mí aprender y educar son verdaderas aventuras.


7 comentarios:

Meche dijo...

Considero que el aprender es una constante en la vida de todo ser humano desde que se está en el vientre hasta el ultimo dia de vida. El entorno: las personas, cosas y circunstancias son formas de aprender. Además creo que no solo es necesario un docente para aprender, sino que uno puede aprender por uno mismo. Con respecto a educar, me parece que todos "tenemos el don" de educar, solo que pocos lo desarrollan al punto de estar dispuestos a compartir los conocimientos y experiencias con los demás, pero en definitva, todos nacimos para educar, sino, que los diga una madre que le enseña a su hijo a decir "mamá", o un profesor que guía a una niña a sumar 2+2...

Jorge Calvo dijo...

Estoy muy de accuerdo en cuanto al hecho de que existe una relación casi vital entre el aprender y enseñar. La frase "si elegiste educar es porque te gusta aprender" (a pesar de que debería llevar un sistema de pruebas para comprobarla) demuestra una de las razones por las cuales se es educador. Por tal razón, deberían las casas de enseñanza enfocar a los futuros docentes sobre tal perspectiva.

Alex Montero dijo...

"Todo ser humano tiene por naturaleza el deseo de conocer", decía Aristóteles en el Libro I de su Metafísica. Aprender es excitante porque corresponde a nuestra necesidad innata de saber y por eso me gusta el uso d ela palabra "aventura". Y es una aventura conjunta, pues quien enseña debe ser compañero de viaje y guía en la aventura del descubrimiento, que es tanto exploración del mundo como de sí mismo.

Elena dijo...

Hola Hannia. Me parece muy interesante la forma en que abordaste el tema. Es un hecho inheludible de que ambos conceptos no pueden ir el uno sin el otro. La importancia radica como bien explicas en tu ensayo, que hay quienes gustan de aprender pero no educar lo cual genera un enorme abismo que nos desvia de nuestro objetivo; formar personas no solo en el ámbito laboral, sino tambíen personas con valores éticos que sean cpaces de enfrentarse a su entorno.
La guía de un buen docente que cumpla con los requisitos idóneos formará los profesionales del futuro erradicando el pensamiento de solo estudiar para conseguir un puesto que me de dinero.

Mayela Dabdub dijo...

Hola Hannia:
Me gusta mucho tu ensayo, sobre todo cuando te alejas de las definiciones de diccionario, que desde luego son necesarias, y cuentas un poco lo que “sientes” de lo que es aprender.
Aunque no estoy de acuerdo con lo que dices que si se elige enseñar es porque tienen gusto por aprender. He visto estudiantes universitarios que matriculan cursos únicamente para obtener un título universitario.

Anais Hidalgo S.- dijo...

Hannia:
Coincido contigo en la importancia de la experiencia. Definitivamente para quien aprende la experiencia o el conocimiento previo es punto de partida; de hecho ya se ha comentado la importancia de tomar en cuenta el conocimiento previo de los alumnos al iniciar un curso.
Pero y la experiencia del docente?? creo que es más importante todavia... y son 2: la experiencia como docente o educador y, (a nivel universitario) la experiencia en el área o en la materia que está dictando.
En otro blog, hice un planteamiento de este tema y me respondieron: "y si no tiene experiencia?? no puede ser docente??" y pues esta complicado, pero creo que si el docente no tiene experiencia en la materia que dicta es mas difícil que se de el proceso de enseñanza-aprendizaje.

HANNIABJ dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con usted profesora con respecto a la falta de verdadera motivación de muchos estudiantes, mi frase iba orientada más que todo a nosotros como docente que cuando decidimos enseñar es porque nos gusta aprender, ya que si deseamos enseñar tenemos que comprometernos a seguir aprendiendo día a día.